En los últimos años, a pesar de que los gobiernos anteriores han planteado un cambio en la matriz energética, promoviendo el ingreso de vehículos eléctricos, mediante la creación de subsidios y eliminación de impuestos. Lo cierto es que la cantidad de vehículos eléctricos ha crecido de manera lenta en nuestro país.
Según datos del Registro de la Propiedad de Vehículos, durante el 2018 se reportó un ingreso total de 1681 automotores eléctricos, mientras que, a noviembre del 2022, la cifra alcanzó un total de 6134, para un incremento de 4453. Esta estadística, refleja un crecimiento promedio de 1200 vehículos por año que representa un 3% de la flota vehicular que ingresa anualmente al país.
Pese a esto, los promotores esperan que para el año 2040, 7 de cada 10 vehículos que se movilicen en el mundo sean de combustión interna. De acuerdo a la analista de combustibles SYP Global, Beatriz Pupo, “Esta proyección lo que indica es que el crecimiento de vehículos eléctricos es al alza, pero el mismo no sería significativo”, mencionó.
Actualmente los fabricantes de estos automotores enfrentan un panorama complicado, que van desde problemas en la cadena de suministros, hasta el riesgo ambiental que pudiera ocasionar el transporte de las baterías para estos vehículos. Según el director global de la Vertical Automotriz de A.P. Moller Maersk John Carmichael “uno de los mayores desafíos que están enfrentando los fabricantes, especialmente en Europa y Norteamérica, es tener una cadena de suministro de baterías lo suficientemente fuerte, debido a los requisitos específicos de almacenamiento y manipulación”. Se suma a esto la hegemonía china en la monopolización de componentes.
En Costa Rica, el Ministerio de Ambiente y Energía, promueve el uso de carros eléctricos debido a la Ley 9518. La cual, en su artículo 9, señala exoneraciones al impuesto general sobre las ventas, al impuesto selectivo de consumo y al impuesto sobre el valor aduanero. Sin embargo, la flota vehicular actual representa apenas un 0,17% de la flotilla vehicular, calculada en aproximadamente 1,75 millones de unidades, según el Programa Estado de la Nación (PEN).
Algunas estaciones de servicio asociadas, optaron por incorporar estaciones de recarga de vehículos eléctricos, tal es el caso de la Estación de Servicio 606 que, desde setiembre del 2021, hizo la inversión para incorporarse en la ruta eléctrica de Monteverde. Para su administradora, Laureana Miranda, contar con este tipo de dispositivos en este momento no genera rentabilidad, por lo que tienen que buscar estrategias alternativas que ayuden a solventar el costo económico que conlleva un centro de carga. “En temporada alta se registran entre 3 a 4 vehículos por semana que acuden al servicio de recarga, pero usualmente cargan entre 1 o 2. Nosotros invertimos como una forma de servicio a la comunidad y al turista, sin embargo, en este momento es más un servicio extra que una estrategia para generar ingresos” mencionó.
De acuerdo a datos suministrados por Electromaps el país cuenta con 233 centros de carga aproximadamente en distintas zonas, las cuales permiten satisfacer la demanda de este tipo de vehículos. Actualmente la tarifa única autorizada por la Autoridad Reguladora de los servicios públicos (ARESEP) es de ¢ 182.72 por kWh equivalente a ¢150 por minuto.
Para el director ejecutivo de la Cámara de Empresarios del Combustible, José Miguel Masis, “el mundo entró desde hace rato en una crisis energética, la búsqueda incesante de recursos mantiene los ojos en enriquecer las fuentes tradicionales, por lo que la demanda de combustible líquidos mantendrá importantes aportes aún en la fecha hito 2050.” Además, mencionó que se percibe una gran preocupación en los países que han incentivado el uso de vehículos eléctricos debido a la carencia de recursos energéticos y sus efectos en los ingresos fiscales de esas naciones.