El ingreso de un vehículo en una estación de servicio para abastecerse de combustible probablemente no represente un mayor riesgo para la integridad tanto de los colaboradores como de los clientes que se encuentren en el lugar. Sin embargo, eso no garantiza que no ocurran accidentes. Es por esto, que todos los integrantes de la cadena de abastecimiento, desde el pistero hasta el cliente, deben conocer las prácticas de seguridad que deben aplicarse en las estaciones de servicio.
Según el director de ingeniería de la Cámara de Empresarios del Combustible, Pablo Guzmán, las gasolineras ofrecen condiciones seguras producto de una serie de inversiones que permiten que dichos lugares cumplan con normativas enfocadas en criterios de prevención y protección.
“Las estaciones están en la obligación de acatar una serie de medidas de seguridad para evitar accidentes. El decreto 43449-MINAE considera el uso de señales restrictivas que tienen por objeto indicar la existencia de limitaciones físicas o prohibiciones reglamentarias que procuran la protección de las personas que estén en el lugar” mencionó.
Las estaciones de servicio garantizan que los accesos y las áreas de maniobra de los conductores sean adecuadas, otra de las practicas que implementan estos centros de trabajo como medidas de seguridad son la limpieza constante de las superficies de ruedo de los vehículos sumado a la debida demarcación y rotulación de las diversas zonas de estación.
Los dispensadores y tanques de combustible cuentan con una variedad de instrumentos que procuran mitigar o eliminar el riesgo de derrames o incendios. Entre ellos los breakaway, ductos flexibles y cajas antiexplosivas, sensores detectores de derrames, válvulas de quiebre y otros. Estos son equipos que buscan asegurar la vida humana, el ambiente y el patrimonio del empresario.
De acuerdo con Guzmán, es esencial que los clientes acaten las normas que dispone la estación, ya que son medidas que minimizan el riesgo de accidentes. “Es muy importante que el conductor reduzca su velocidad a 10 kilómetros para minimizar un choque, además de apagar el motor de su vehículo, que evita un posible corto circuito dentro de la instalación eléctrica o fuga de combustible propia del carro y de esta manera prevenir un posible conato de incendio” mencionó.
Una señalización muy remarcada en los centros de carga es el no uso del celular y el no fumado. Según Guzmán, estas medidas se toman debido a que las ondas que emiten los dispositivos podrían ocasionar algún tipo de explosión.
“Los celulares emiten vibraciones que al vincularlo con la energía estática del lugar se corre el riesgo de una explosión, por su parte los cigarrillos en presencia de líquidos inflamables revisten de un alto nivel de peligrosidad para la estación de servicio.” Añadió el ingeniero.
La Cámara de Empresarios del Combustible realiza constantemente capacitaciones entre sus asociados, con la finalidad que el personal de las estaciones actúe de manera correcta en momentos que así lo amerite.