Autos eléctricos en Costa Rica ¿Un salto hacia el futuro o un lujo poco accesible?

La incorporación de vehículos eléctricos en la flota vehicular mantiene una ligera tendencia a incrementar en nuestro país. De acuerdo con los datos del Ministerio de Ambiente y Energía, se registraron 8091 unidades nuevas durante el 2024, lo que refleja un aumento cercano al 55% en comparación con el acumulado de vehículos eléctricos del 2023. 

Para la Cámara de Empresarios del Combustible, antes de dar el salto a esta tecnología es crucial que los clientes analicen, si adquirir estos vehículos realmente representa un buen negocio, tanto para el consumidor promedio como para el medio ambiente. 

Según el director ejecutivo, José Miguel Masís, es relativo, los vehículos eléctricos generan cero emisiones directas de carbono durante su operación, pero sus componentes, en general no lo son, ejemplo patético los neomativos y otras partes, ahora bien, quienes buscan reducir su huella ambiental se limitan al funcionamiento de los motores eléctrico, dejando de lado el impacto ecológico durante su producción y el de sus componentes y la extracción de metales y elaboración de componentes.  

“La producción de baterías, especialmente de litio, conlleva un alto costo ambiental debido a la extracción de minerales y la energía necesaria para fabricarlas. Además, la mayoría de la electricidad utilizada para cargar estos vehículos en Costa Rica proviene de fuentes renovables, pero este no es el caso en todos los países, lo que cuestiona su impacto global”, mencionó Masís. 

A pesar de los incentivos fiscales, como la exoneración de impuestos de importación, el precio inicial sigue siendo considerablemente más alto que el de un vehículo de combustión interna. Esta situación limita su accesibilidad exclusivamente a personas con un perfil de ingreso alto, lo que deja por fuera a una gran parte del mercado. 

En promedio, un vehículo eléctrico nuevo en Costa Rica puede costar entre $30,000 y $50,000, mientras que un vehículo de combustión interna de gama media oscila entre $15,000 y $25,000. 

“Aunque los costos operativos, como el mantenimiento y el uso de electricidad, son más bajos, la diferencia inicial puede tardar años en compensarse. La industria del combustible abastece a millones de consumidores con opciones accesibles y consolidadas, por lo que observa este fenómeno con preocupación por su impacto en la equidad del mercado, esto sin considerar que de momento no hay gravamen en su uso, pero que en el momento que resulte impactante por la reducción en la recaudación del impuesto único de los combustibles, esos costos sufrirán incrementos no esperados”, agregó Masís. 

Costa Rica ha avanzado en la instalación de estaciones de carga públicas, pero la infraestructura sigue siendo insuficiente para satisfacer una demanda actual. La mayoría de las estaciones se concentran en áreas urbanas, dejando a las zonas rurales con acceso limitado, a diferencia de las estaciones de servicio que se ubican en todo el territorio nacional. 

Además, los tiempos de carga pueden oscilar entre 30 minutos y varias horas, dependiendo del tipo de estación, lo que representa un reto para quienes están acostumbrados a la rapidez de abastecimiento de combustible tradicional. 

La compra de un auto eléctrico en Costa Rica es una inversión que debe evaluarse cuidadosamente, teniendo en cuenta factores económicos, mecánicos y ambientales. Si bien los vehículos eléctricos representan un paso hacia la sostenibilidad, lo cierto es que aún queda mucho por mejorar para que sean una solución realmente accesible y efectiva para todos.