A pesar del incremento en la cantidad de carros eléctricos matriculados que circulan en Costa Rica, la cifra total (3.106 unidades) representa apenas un 0,17% de la flotilla vehicular, calculada en aproximadamente 1,75 millones de unidades, según el Programa Estado de la Nación (PEN).

De acuerdo con datos del Ministerio de Ambiente y Energía (Minae), para 2017 eran 147 automóviles eléctricos, cifra que pasó a 340 en 2018; es decir, un crecimiento del 130%. Para 2019 ese número subió a 801, un aumento del 136% con respecto a un año antes. También ha crecido la cantidad de motos y bicimotos, así como otros vehículos como cuadraciclos o carros de golf.

Todas las categorías en conjunto suman 3.106 vehículos eléctricos con placa en el país hasta octubre de 2020.

Datos proporcionados por la Asociación Costarricense de Movilidad Eléctrica indican que, del total de la flotilla eléctrica, 470 corresponden a automóviles de todo tipo de uso nacional, 162 son motocicletas o vehículos de 2-3 llantas con placa y 25 son de tránsito lento.

Un estudio desarrollado por la firma consultora EY acerca de las principales mega tendencias de la industria automotriz en Centroamérica y el Caribe, reveló que para el año 2025 se producirá un incremento en el uso de vehículos con motor eléctrico.

Sin embargo, en la actualidad solo el 5% de la población en estudio utiliza este tipo de motor y se estima que para el 2025 la cifra llegue al 25%.

Dicho estudio también advierte del incremento del costo por vehículo en al menos US$2.500 para el año 2025. Esto se deberá a la evolución de la cadena de suministro de los automotores como respuesta a la exigencia de más eficacia por parte de los consumidores.

Obstáculos

Según un artículo publicado por el semanario El Financiero, pese al crecimiento de los vehículos eléctricos, este mercado aún debe superar algunos obstáculos en su camino de consolidación. La primera barrera es la desconfianza.

En esto coinciden los jerarcas de la Cámara de Empresarios del Combustible, las personas en Costa Rica están acostumbradas a tener carros que operan con combustibles tradicionales. Confían en sus vehículos y recorren grandes distancias sin peligro de descargarse. Los propietarios de los carros de combustible tienen certeza de la operación de estos vehículos y la disponibilidad del combustible y aceite no inquieta a propietarios y futuros usuarios de los vehículos convencionales.

Otro obstáculo indicado en el artículo mencionado son los precios; los automóviles eléctricos son más costosos que los de combustible, incluso con las exoneraciones que aplica la Ley que empezó a regir a inicios del 2018.

Los precios que ofrecen las agencias en Costa Rica compiten con modelos alcanzables para la clase media, en parte, gracias a los beneficios fiscales que otorga la nueva legislación.

Esto se percibe al revisar las cifras correspondientes a la distribución de los vehículos eléctricos en el país.

De las 727 unidades adquiridas durante 2020, el Estado costarricense se dejó un total de 330 automóviles, que fueron asignados a 35 instituciones, entre ellas 108 al Instituto Costarricense de Electricidad, 50 a Correos de Costa Rica y 32 a la Compañía Nacional de Fuerza y Luz.

Otras entidades que empezaron a renovar su flotilla con este tipo de automotor fueron el Instituto Nacional de Aprendizaje (20), el Ministerio de Obras Públicas y Transportes (14), la Universidad de Costa Rica (12) y el Ministerio de Salud (11).

Además, las municipalidades de San José, Belén, Cartago y Alajuela ya cuentan con carros eléctricos; así como Acueductos y Alcantarillados, la Caja Costarricense de Seguro Social, y los ministerios de Cultura y Juventud; Economía, Industria y Comercio; Planificación Nacional y Política Económica; Trabajo, y Ambiente y Energía, entre otros.

Buses eléctricos

Para este año se inició el plan piloto con los primeros buses eléctricos que recorrerán las calles de la Gran Área Metropolitana. Las tres unidades, donadas por el gobierno de Alemania, fueron oficialmente presentadas en el país a principios de diciembre.

Los autobuses estarán en pruebas por cuatro meses en rutas hacia Desamparados, Tres Ríos de La Unión y Alajuela y se espera que estén en circulación antes de que termine este año.

Respecto a la industria automovilística, se mira como procesos normales, respecto a gustos y preferencias de los consumidores, eso sí, regulaciones nacionales e internacionales pueden posarse sobre los gustos personales y exigir la utilización de vehículos bajos en emisiones o los denominados “cero emisiones”, lo cierto es que el tema adquiere matices políticos y no necesariamente comerciales.   No se espera cambios abruptos, en la realidad la economía es una estructura programada y se acomoda a la utilización de los recursos, en este momento el recurso energético abundantes se orientan a combustibles convencionales incluyendo el carbón, y en forma muy emergente otras fuentes, como las conocidas fuentes renovables.