De acuerdo con el análisis realizado por la Cámara de Empresarios del Combustible, el precio del barril se mantuvo relativamente estable, situación que incidió directamente en el precio final al consumidor.
Según los datos del sector internacional, los meses de agosto, setiembre y octubre son los que presentaron el precio más alto, rondando los $81, $89 y $85, respectivamente.
Esta situación hizo que, en el país, las gasolinas Regular y Súper rondaran entre los ¢700 y ¢750, respectivamente. Siendo los meses de enero, marzo, septiembre y octubre los que presentaron los precios más altos. Mientras que el Diésel tuvo un promedio de ¢665, siendo los meses enero, febrero, octubre y noviembre, los que presentaron un precio mayor.
Recordemos que el precio del mercado internacional se refleja en los precios nacionales con un rezago de aproximadamente mes y medio a dos meses debido al mecanismo de fijación. Tal y como se observa en el siguiente cuadro:
Se debe tomar en cuenta que durante este año, eventos internacionales como tensiones geopolíticas entre Estados Unidos y China, los conflictos entre Ucrania y Rusia, y la estrategia de recortes de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), fueron algunos de los eventos que se conjugaron para que las proyecciones de precios superiores a los $100 para 2023, se mantuviera con una relativa estabilidad que ubicó el precio internacional en la banda de los $70, con movimientos al alza que superaron esporádicamente los $80 el barril.
En cuanto a las proyecciones 2024, recordemos que los precios de los combustibles en Costa Rica son dependientes a los eventos internacionales y que el porcentaje mayor en la estructura de los precios es la carga impositiva y el precio internacional. De acuerdo con el comportamiento histórico de la demanda, enero y febrero arrancarán con precios hacia a la baja y a partir de marzo empezarán a subir. Las proyecciones internacionales nos llevan a promedios entre los $85 a los $87 el barril. Ante esta situación, “estaríamos enfrentando en nuestro país procesos de alzas en los precios que necesariamente se van a traducir en cada uno de los combustibles y afectarán directamente al consumidor final”, comentó José Miguel Masís, director ejecutivo de la Cámara de Empresarios del Combustible.